De la planta del Maní, que da ese fruto delicioso al paladar y rico en grasa y vitaminas es donde nace este Pataki (leyenda) de la religión yoruba donde nos enseña que debemos de seguir las predicciones del signo de Otura Meyi, para que todo no salga bien en la vida.
Antes que la planta de Maní llegar a la tierra, Otura Meyi, hizo predicciones para ella donde le advertía que:
“La planta sería muy reconocida en el plano terrenal, pues de ella brotarían muchos hijos y su fruto sería delicioso al paladar”.
“Pero para poder vivir rodeada de Iré y libre de enemigos debía de hacer un sacrificio animal a Eshu de un chivo y un carnero a Orunmila y así garantizar su éxito y longevidad”.
La planta se cree victoriosa y no quiso escuchar los consejos de Ifá y sin pensarlo dos veces emprendió su viaje a la tierra. Como se lo habían anunciado los Orishas, la planta del Maní fue muy productiva y la humanidad conoció a través de su fruto un sabor novedoso que gustaba a los seres humanos incluso llegando a crear adicción.
Pataki: Como la planta de Maní quedó desamparada por no escuchar los consejos de Ifá.
Una coneja recien parida, fue la primera que vio en la planta una fuente de alimentos, muy buena para fortalecer a sus crías, por lo que comenzó a desgajarla. La planta de Maní comenzó a gritar pidiendo ayuda al verse sola y desamparada y ahí comprendió el error que había cometido por no escuchar los consejos de Ifá. Cuando la planta penso que su tortura habia terminado, llego ante su presencia el erizo, quien comenzo a comersela, incluso este fue mas alla y escarbo la tierra y llego a comerse a sus hijos.
La planta de Maní desesperada y mal herida fue a ver a Orunmila para que este lo ayude a tratar de subsanar su error, pues sin la protección de Ifá quedaba desprotegida y producto de eso estaba perdiendo a sus hijos. Orula el Orisha adivino repitió a la planta de Maní lo que ya sabía, diciéndole que si quería salvarse tenía que hacer los sacrificios que le habían indicado y así lo hizo.
Las trampas de Elegguá y el poder de Ifá, alejaron a los enemigos de la planta de Maní.
Eshu y Orunmila quienes se mostraron agradecidos por las ofrendas de la planta, le pidieron a Elegguá que colocará alrededor de la planta de Maní muchas trampas para que sus enemigos cayeran en ellas si intentaban hacerle daño.
Los animales que desconocían que la planta estaba protegida, acudieron en la noche para abusar de ella y comerse a sus hijos, cayendo todos en las trampas que había puesto Elegguá para proteger a la planta de Maní como Eshu y Orunmila se lo habían pedido.
De esa forma todos comprendieron que la planta estaba protegida y que no podían acercarse a ella nunca más. Con el paso del tiempo la planta de Maní retoño frondosa recuperando el esplendor que había perdido y con este a sus hijos, quienes desde entonces fueron leales a Orunmila y a Elegguá, sirviendo fielmente antes los designios de Ifá.
¿Qué es un Eshu en la Santeria?
Èsù es considerado en la religión yoruba la primera partícula diferenciada de vida creada por Òlòórún. La palabra Èsù significa «esfera», y representa la infinitud, el movimiento permanente. Èsù es el mensajero de los Òrìsà; es el intermediario entre los hombres y los Òrìsà.