Por muchos años se pensó que el teléfono lo había inventado Alexander Graham Bell y Elisha Gray en marzo de 1876, lo cierto y lo que muy poco saben es que este invento fue ideado por un italiano Antonio Meucci, en un tiempo que vivió en La Habana.
La invención de este famoso aparato: el teléfono, es una de las que más controversia ha originado a través de la historia, no por el hecho de la inversión en sí, sino por la lucha prolongada en los tribunales por los derechos de la patente del invento. Hubo que esperar muchos años para que al final el 11 de junio de 2002 se reconociera a Antonio Meucci, como el verdadero y legítimo creador de este aparato, que al principio se le llamó teletrófono.
¿Quién fue Antonio Meucci, el inventor del teléfono?
Antonio Santi Giuseppe Meucci nació en la ciudad de San Frediano en Italia el 13 de abril de 1808. Estudió ingeniería química e industrial en la academia de Bellas Artes de Florencia, que aparte de formar pintores y escultores, también poseía profesores y un laboratorio de Física y Química.
Se casó el 7 de agosto de 1834 con Ester Mochi, después fue acusado de participar en una conspiración del Movimiento de Unificación Italiana con la sociedad secreta de los Carbonarios y estuvo tres meses encarcelado.
Meducci y su esposa en octubre de 1835 abandonaron Florencia para nunca más regresar. Emigraron al continente americano, haciendo su primera escala en Cuba. El científico italiano consigue trabajo en el Gran Teatro Tacón en La Habana. En 1850 Antonio Meucci y su esposa Ester Mochi llegaron a Estados Unidos y se establecieron en la ciudad de New York, donde finalmente muere el 18 de octubre de 1889 a los 81 años de edad.
Antonio Meucci el inventor del teléfono.
Entre los años 1835 y 1850, Antonio Meucci radicó en La Habana y se desempeñó como trabajador del Teatro Tacón. Fue aquí donde inventó un teléfono neumático que se convertiría en el predecesor del teletrófono. Muchos de los inventos de este científico italiano vieron la luz en el teatro habanero, ahí creó un novedoso método para galvanizar metales.
También fue el primero que usó la parafina para la confección de velas, sustituyendo el uso de la cera de abeja. Entre sus creaciones está un sistema de electroshock, que se usaba en La Habana durante aquella época. En el patio del Teatro Tacón contaba con un taller donde desarrollaba los inventos que utilizaba en las producciones del teatro, una de las mejores de toda América.
En La Habana, en mayo de 1844 se escuchó el primer sonido emitido por un telégrafo eléctrico, gracias a la aplicación de una resistencia variable al aparato, que más tarde dio origen al hoy llamado teléfono. A partir de ese momento y a lo largo de la siguiente década, Meucci se dedicó a construir varios prototipos de ese aparato.
Destacando el que construyó para comunicarse desde su oficina con la habitación de su esposa que sufría de reumatismo. Esta invención fue sacada a luz pública en 1860, fue entonces cuando Rita Motaner entonó su voz por el aparato en la ciudad de New York.
A pesar de todas las invenciones que llegó a construir este científico Italiano se vio en la necesidad de presentar este invento a una empresa norteamericana, pues no contaba con el dinero necesario para patentar el aparato y es aquí donde aparece Alexander Graham Bell que aprovechó la oportunidad y se hizo de los elementos necesarios para construir su propio teléfono.
La disputa entre Bell y Meucci por el inventó del teléfono.
Antonio Meucci pudo pagar la patente por dos años pero debido a sus dificultades económicas le impidieron continuar abonando este título, por lo que Bell logró adjudicarse el invento. A partir de este hecho vinieron incontables disputas en los tribunales y una competencia entre Bell y Meucci por obtener el derecho de esta patente, que al final terminó con la muerte del científico italiano en octubre de 1889.
De esa forma el tribunal cerró el caso y la invención del teléfono fue registrada en la Oficina de Patentes de Estados Unidos a nombre de Alexander Graham Bell. Durante más de un siglo escuelas, universidades y medios de comunicación reconocían a Bell como el inventor del teléfono. Hoy en día existen personas que todavía siguen diciendo que el americano fue el que dio origen a este aparato.
No fue hasta el 11 de junio de 2002 después que pasó más de un siglo de la disputa en las cortes entre Bell y Meucci, que el congreso de Estados Unidos aprobó la resolución No. 269, en la que reconoce que Antonio Meucci inventó el aparato muchos años antes que Bell presentara su modelo de teléfono.
De esta forma se le puso fin a un debate tanto científico como histórico y hoy se puede afirmar sin miedo a equivocarnos que el teléfono de Antonio Meucci fue el primer aparato de este tipo y que La Habana fue la primera ciudad que escucho un sonido emitido por este valioso invento que revolucionó la forma de comunicarnos.