Si escucha el nombre de José Roque Ramírez, seguro que usted no sabrá quien es, pero ese es el nombre de Águila Negra, el cubano que se convirtió en el estafador internacional más grande de la historia.
Fue sin duda un inteligente estafador, que se burló de la policía de muchas partes del mundo. Con sus fechorías llegó a acumular una gran fortuna, pero nunca se supo dónde guardó sus bienes mal habidos.
¿Dónde nació Águila Negra, el estafador cubano?
Su nombre de pila era José Roque Ramírez, más conocido como El Águila Negra, nació en el poblado de Tacajó, en la provincia de Holguín, en la Zona Oriental de Cuba, el 16 de agosto de 1888. En su juventud se dedicó al trabajo agrícola pero pronto se dio cuenta que ganarse la vida con el sudor de su frente no era para él la mejor opción y decidió vivir del sudor ajeno.
Se muda a ciudad de Guantánamo y se inicia en la vida delincuencial, en aquella época todavía no existía la moneda cubana y empezó a falsificar billetes de 20 dólares, lo descubren y se esconde en el poblado de Boca de Samá, donde vivía su madre y lo enseña a leer y a escribir.
Tiempo después visitó Guantánamo a ver como iban las cosa por allí, es capturado y condenado a 12 años de presión, en la cárcel Provincial de Oriente en Santiago de Cuba.
Trayectoria en prisión del estafador cubano, Águila Negra.
El Águila Conoce en la prisión a un delincuente apodado el “Murciélago”, un viejo estafador llamado Leonardo Tejada Legon, con una condena de 30 años, el Murciélago se convierte en su maestro y le enseñas todas las trampas posibles en el juego de naipes y le da una catedra de como engañar al prójimo. Leonardo Tejada antes de morir le regala al joven un grueso cinturón que tenía un doble forro que contenía varias monedas de oro.
Desde la misma prisión prepara una gran estafa. Se trataba de enviar cartas a hombres ricos, donde se hablaba de un cuantioso tesoro que escondía un oficial que estaba preso. Pero para recuperarlo tenía que salir de la cárcel y necesitaba mucho dinero para comprar su libertad.
A cambio el oficial prometía que compartiría el tesoro con todos los que le ayudaran, La cartas iban escrita y firmadas por el abogado José Roque Ramírez. La dirección que usaba como remitente era la misma de la prisión Provincial de Oriente, Mariana # 12.
Pero su estafa duró hasta que le mandó una carta a un abogado de Arroyo Blanco, el Doctor Pedro Roca, que vio sospechoso que después de invertir 3000 dólares en el negocio, no recibió ninguna respuesta. El abogado Roca tomó el tren con destino a Santiago de Cuba y descubrió todo el engaño. Por ese timo le sumaron a el Águila Negra dos años más de prisión.
Años más tarde, es indultado por el presidente de Cuba Mario Garcia Menocal, por causa de una carta que envió a la esposa de un ministro del presidente. Ya en la calle se dedica al juego de cartas y aplica todo lo que aprendió en prisión con el Murciélago, conocimiento que le valió para ganar cualquier partida de naipes. Ganó en Sagua la Grande 5000 dólares y en Ciego de Ávila acopió la cantidad de 6000 dólares.
El estafador cubano, Águila Negra se va a conocer el mundo.
Sale de Cuba para el puerto mexicano de Veracruz, Ahí se presenta como un señor de la alta sociedad, educado, con buenos modales, bien vestido y empieza su travesía siempre en camarotes de lujo, que lo llevaran a Londres, Barcelona, Manila, Shanghai, California, Buenos Aires, por cada país que pasaba dejaba su huella de estafas que le permitían llevar esa vida de lujos.
Llega a Canadá y tima a una anciana por un cuarto de millón de dólares, a la que le prometió matrimonio. Juega a las cartas en la Guayana Francesa, con el Gobernador General y le estafó unos cuantos miles de dólares.
En Argentina llega al pueblo de Bahía Blanca, se presenta como un poderoso magnate petrolero y adquiere un lote de Caballos pura sangre, para su finca en Mexico, pero nunca llegó a pagarlos. Antes de irse de Argentina estafó en Buenos Aires a un joyero por más de 50 mil dólares.
Huye hasta la ciudad de Puerto Príncipe en Haití, se hace pasar como un diplomático mexicano interesado, por orden de su gobierno en adquirir una buena cantidad de café. Para este nuevo engaño escoge a un frances caficultor radicado en Haiti, le compra todo un cargamento de café, que por su puesto no le paga y lo envía inmediatamente a Veracruz.
Acto seguido le ofrece al francés por la finca 100 mil dólares y le explica que la quería comprar porque en esa propiedad, hay un entierro de barras de oro y él sabe dónde está. El ambicioso hacendado no quería vender, pero si el cubano le dice dónde está el tesoro, le promete que compartirá las ganancias con él.
José Ramírez acepta la oferta y lleva al francés al lugar exacto donde están enterrados los lingotes de oro, excavan y efectivamente, salen de la tierra 50 barras de oro. El Águila Negra coge uno de ellos y los raspa y el francés recoge las limallas y las llleva a probar con un joyero. No hay dudas, es oro puro.
Nadie en Haití podría pagarle al francés lo que valía el tesoro y entonces José Ramírez le insiste que viaje hasta New York con el cargamento y que se dirija a la Casa Morgan que seguro ahí se lo compraran. Antes del viaje el Águila Negra le pide un favor al afortunado hacendado, que le adelante 30 mil dólares para comenzar cierto negocio.
El francés accede gustoso y invita al cubano que se quede en su casa hasta que le regrese de New York con el dinero. Por supuesto el fiasco fue grande los 49 lingotes que se llevó el francés eran de bronce con un baño de oro. La única barra que era de oro se la quedó el Águila Negra como recuerdo.
Regresa a Cuba y es arrestado, por estafar al Coronel Pedraza. Esto le costó al Águila Negra 2 años de cárcel.
Sale de prisión en 1943 y huye a México con 100 mil dólares, producto de sus continuas estafas y se instala en una mansión de Chapultepec. Ya dos policías cubanos, Jacinto Hernández Nodarse y Luis Torres Catá, estaban detrás de la pista de este hábil tramposo.
La policía mexicana a petición de la justicia cubana, detiene a el Águila Negra y lo encierran en la prisión de Lecumberri, ya Cuba había solicitado al gobierno de México la extradición del delincuente, este trató de evadirla alegando que era ciudadano mexicano.
Pero finalmente fue enviado a la isla, cuando se comprobó que los papeles de ciudadanía eran falsos y su verdadero nombre era José Roque Ramírez, apodado Águila Negra, el estafador más buscado de la época por la justicia cubana.
El final del estafador cubano, Águila Negra.
El 6 de agosto de 1944, llega a Cuba el Águila Negra, procedente de México. Es juzgado y sentenciado a 20 años de prisión. Condena que no cumple en su totalidad y es liberado en el año 1954, por mediación de un oficial del ejército de Batista, que intercede por él y logra el indulto. Se cuenta que José Roque Ramírez, le pago al militar una gran suma de dinero por la gestión.
Ya con 66 años se traslada a México con su familia y muere en 1977 por causa de un derrame cerebral con casi 90 años de edad. De la fortuna que acumuló por sus estafas poco se sabe, lo que sí es un hecho, que ni la policía, ni sus víctimas pudieron recuperar nada de lo robado por este bandido, que bien se merece una película de Hollywood.